AMAR A UN LOBO

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Aullé a la luna negra 🌑. Es luna nueva otra vez, el cielo no tiene luz que vista la oscuridad de la noche, pero por dentro algo en mi se iluminaba mientras aullaba la tristeza que guarde por un mes completo; ayer la lloré todita, sentada en el borde de la calle fumando un cigarrillo tras otro; acompañada por un nuevo amigo que tuvo la paciencia suficiente de escuchar todas mis historias y dejar que a moco tendido me desahogara.

Me la pasé ocupada en mis asuntos, no tuve tiempo para detenerme a preguntar ¿por qué aquel Lobo amable, que una vez se me había acercado con la intención de conocerme y dejarse conocer, de repente se había internado en las profundidades del bosque, lejos de mi? No sé si no tuve tiempo o en verdad la respuesta era tan obvia que no quise asumirla antes... yo era responsable de su distanciamiento!, poco después de conocerlo había herido a uno de los suyos, a su mejor amigo, y la LEALTAD asi como los aullidos, es algo propio de los lobos..

Por un tiempo pensé que solo se trataba de una temporada de invierno, que iba a estar ocupado con una nueva presa y en cuanto su apetito cazador estuviera saciado, recordaría todo aquello que me dijo en el eclipse pasado, y me contactaría de nuevo. Pero no fue así. Esta fue solo una fantasía para justificar en mi cabeza su ausencia.

Me ocupé la cabeza y las manos en cosas bellas para no pensar en el Lobo. Me fui yo también de cacería y me reencontré con los de mi especie. Sé muy bien que ni el cautiverio ni la cacería, son estrategias para llegar a conocer de verdad a un espécimen tan enigmático como él... lo digo yo que soy un jaguar! No puedes amar realmente a un espíritu salvaje si no le puedes amar en libertad. 

Cuando lo conocí y empezamos a caminar juntos por el bosque de piedra y murallas, supe el privilegio que era para ambos nuestra compañía, que era más que una cacería. Había algo natural y placentero en nuestro paso, en nuestro ritmo; sabía que hacia mucho no me atrevía a mostrarme tan entusiasmada por conocer a alguien y que él normalmente no dejaba que lo vieran así: vulnerable a querer y dejarse querer.
Como dos niños que se escabullen por lugares prohibidos, subimos de la mano hasta una terraza secreta, donde le hablé de LOS 4 ACUERDOS TOLTECAS de Miguel Ruiz, y en un profundo abrazo y un largo beso, los repasamos como nuestro código de honor para iniciar el camino de conocernos en libertad ... 

Todo eso se esfumó, asi cómo se iban desapareciendo las nubes del cielo nocturno, mientras yo derramaba lágrimas de gin & tonic sentada en aquella acera... casi como una metáfora viviente, 3el cielo se despejaba para abrirle paso a las estrellas y así mismo se despejó la culpa en mi pecho y se silenció el ruido en mi cabeza.... empezaron a llegar las revelaciones. 

Anoche lloraba por haber tardado tanto en caer en la cuenta de haber estado incumpliendo estos mismos acuerdos que yo propuse; uno tras otro y sin notarlo.

El primer acuerdo es SER IMPECABLE CON TUS PALABRAS, en retrospectiva, este no ha sido mi año más coherente en este aspecto (🤔 ni el anterior, ni el anterior...), por falta de prudencia al abrir mi boca o digital mis párrafos he lastimado a muchas personas sin darme cuenta. Lastimé con mis palabras a quienes juzgué con crudeza por acciones de las que yo también era responsable, por andar señalando lo que otros hacían mal, se me olvidó notar mi propio desastre. Fui tomándome personal las acciones que interpretaba como incorrectas y en lugar de ver el trasfondo, en vez de mostrar la empatía y el amor incondicional del que tanto hablo y en el que tanto creo. Para completar, supuse que tenía la razón al imaginarme las intenciones de lastimarme, que tenían los demás hacia mi, todo en función de lo que me demostraban sus acciones, combinado con la prevención de mis miedos. Ahora que lo escribo, lo reconozco como un patrón detectado en mi historia, una herida del pasado que ya es hora de sanar, y un inmenso voto de no hacerlo más y perdonarme para sanar.

 Así fue como tiré por la borda otros dos acuerdos mas: NO SUPONER Y NO TOMARSE NADA PERSONAL. Nada de lo que las personas hacen o dejan de hacer es un ataque hacia nuestra integridad, ni siquiera cuando se trate de una acción directa en nuestra contra- afuera estarán siempre las acciones que nos tienten a perder la cabeza, pero adentro podemos hacernos cargo de nuestras respuestas emocionales.

La resaca de hoy, o como le decimos en mi tierra: el guayabo tan hinueputa que tengo, es solo por el exceso de alcohol circulando aún en mi cuerpo, no por el exceso de culpa. Por suerte haber soltado todo ayer con lágrimas y sollozos, hizo que tuviera sentido haber esperado este desenlace, mi anhelo por volver a este lugar, a ver esos ojos verdes y entender qué había hecho para merecer tanto silencio, por fin tenían respuesta; por fin me estaba haciendo las preguntas correctas.

Ahora entiendo! La aceptación y el entendimiento me libera del guayabo emocional.

Me da gusto saber que al menos no fallé en el último de los acuerdos que dice que debes siempre intentar HACER LO MÁS QUE PUEDES, NI MÁS, NI MENOS. Ayer hice lo más que pude para expresarle mis sinceras disculpas a quien lastime. Y cuando se trata de sanar las heridas que en otros dejamos, cuando hay que agachar la cabeza y decir LO SIENTO... hay que intentarlo con el Corazón en la mano para que sea de verdad. 

Me podría haber ahorrado el guayabo? Mmm... creo que la embriaguez es en un estado de consciencia que nos permite ser absolutamente sinceros cuando nos falta práctica en admitir la imperfección y el error como parte de lo que somos... la meditación también te lleva a ese nivel de energía de aceptación donde nace la sinceridad. 

Una voz en mi interior me dice: ten plena confianza en que lo que dices, tú amor es impecable.

Me crucé en su paso para saludarlo, pues entendí en la distancia que no iba a haber más que eso entre nosotros a partir de ahora, mi caprichoso corazón insistía en que volviera a mirarlo de frente y encontrar en ese saludo respuestas que no quise suponer, pero eran bastante evidentes

Vi silencio también en sus ojos, un silencio parecido al de un muro de concreto, al de una lápida. Había muerto en sus ojos el brillo que conocí, el que me regaló a mi en secreto, en privado, en un lugar seguro para mostrar la luz que con al que saben hablar los ojos de un lobo, entonces recordé que 
hacer el amor no es el acto de ir a la cama con alguien; hacer el amor es ser fiel a quienes somos, expresar el amor que tenemos dentro a través de nuestros talentos y nuestras más genuinas palabras y acciones... sin esperar nada a cambio de un lobo 🐺 !

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